Las sandalias del pescador comprar DVD Blu-ray

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Argumento Las sandalias del pescador

En un campo de trabajos ruso hay un Obispo condenado por no renunciar a su fe, se trata del Obispo Kiril Lakota, protagonizado por Anthony Quinn.

Un día, sin previo aviso es liberado por el Presidente Piotr Ilyich Kamenev (Laurence Olivier), que había sido el que lo condenó. A cambio de su liberación, debe acceder a una serie de condiciones, a las cuales Kiril se niega, pero no le queda otro remedio que acceder, está ya todo pactado con el Vaticano.

Al llegar a Roma es nombrado Cardenal, aunque el considera que no es merecedor y que preferiría ayudar de otra forma, por el papa Pío XII (John Gielgud).

Poco tiempo después el papa fallece, y hay que nombrar a uno nuevo. Como Cardenal que ya es, Kiril debe participar en la elección, seguida por todos los medios de comunicación de todo el mundo.

Para ocupar el lugar hay dos claros favoritos, el cardenal Leone (Leo McKern) y el Cardenal Rinaldi (Vittorio De Sica). Pero tras intentarlo en siete ocasiones, no son capaces de elegirlo.

Rinaldi, al ver que no hay forma de que salga adelante la elección, se levanta y propone a Kiril, que no se ve digno de ocupar tal cargo. Poco a poco se van levantando el resto de Cardenales apoyando que sea el nuevo papa. Al final acepta entre aplausos serlo.

El no conoce Roma, y le pide a su secretario que le consiga una sotana y un sombrero para salir del Vaticano sin ser reconocido y poder pasear por la ciudad. Allí casi es atropellado por una doctora que va a atender a un hombre enfermo, y a la que ayuda al ir a buscar la medicina que necesita a una farmacia cercana. Cuando sube a la vivienda poco se puede hacer, y el hombre fallece.

Es una época complicada, la Unión Soviética y China están a punto de declararse en guerra, por culpa del embargo que sufre esta última por los Estados Unidos, que están llevando a su pueblo a morirse de hambre.

El primer ministro soviético envía a un ayudante suyo, conocido por Kiril de los campos de concentración, para invitarlo a visitar la Unión Soviética, y que asista a una reunión con el y el Presidente Chino. Allí ve la magnitud del problema.